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En mayo de 1945, Berlín cayó tras no poder resistir el asedio de las fuerzas soviéticas. Cuando los rusos entraron en el búnker que protegía al líder nazi debieron resolver un enigma crucial: ¿realmente Hitler se había suicidado, tal como decían los nazis? En ese intento de dilucidar la verdad, se encontraron con cadáveres -en rigor, dobles del Führer-, dejados ex profeso para confundir a los aliados. En esta obra, el periodista y escritor experto en la materia Abel Basti, autor de numerosas investigaciones sobre el tema, detalla las respectivas pericias de los médicos soviéticos, así como también el tratamiento que los medios de prensa de la época le dieron al caso; y las comunicaciones oficiales relacionadas con la suerte que había corrido el caudillo alemán. Además del análisis de esa información pública, examina documentos desclasificados recientemente y diferentes investigaciones que van en una misma dirección y que llegan a idéntico resultado: Hitler escapó y su supuesto suicidio fue una fabulosa farsa para ocultar la fuga y la vida en el exilio del dictador germano.